Conseguir que los niños coman frutas y verduras a veces se convierte en un reto, sin embargo no tiene porque ser así, pues debemos encontrar las maneras adecuadas de presentarles estos alimentos para que la hora de comer no se vuelva imposible, sino sea divertido para ellos.
Aunque pueda parecernos una labor titánica, hacer que nuestros hijos coman frutas y verduras no es tan complicado, puedes valerte incluso de sus propios intereses.
Por ejemplo, cuéntale historias de su superhéroe favorito que come frutas y verduras para ser fuerte, sano y valiente. También puedes probar estrategias como las que te presentamos a continuación.
La presentación es muy importante
Una de las cosas a las que debemos procurar prestar atención es a la forma en la que le presentamos las frutas y verduras a nuestros hijos. Recuerda que comemos primero con la mirada, entonces es preciso ponerle un poco de empeño a presentarlas de manera atractiva.
No es lo mismo darle una manzana cortada a la mitad que colocar pequeños trozos con algo de imaginación, y ya en un nivel "pro" hacer alguna figura (una carita o un coche, por ejemplo) y combinarla con otros alimentos. Puede ser un poco más de trabajo, pero el esfuerzo merece la pena. Muchas veces esto es suficiente para hacer cambiar a nuestros hijos de opinión con respecto a comer o no un alimento.
En el caso de las verduras, prueba a cocerlas al vapor, de esta manera se mantiene la forma, el color y la textura. No es lo mismo presentarle un trozo de zanahoria, patata, etc., firme y bonito que un pedazo hervido sin forma y con color opaco.
Mezcla trocitos en otras comidas (sin esconder)
Una de las formas más simples y efectivas de incluir más frutas y verduras en la alimentación de nuestros hijos es mezclarlas en otras comidas para que su inclusión se progresiva.
Hay muchas recetas con las que puedes integrar estos alimentos de forma progresiva, como es el caso de los bizcochos a los que les puedes incluir frutas o verduras.
Se trata de poner a trabajar tu creatividad y puedes aplicar esto tanto en recetas dulces como saladas.
No es necesario que incluyas pedazos grandes, puedes incluirlos de forma triturada o licuada para que tu hijo lo tolere mejor. Es una manera simple de mejorar su alimentación sin tener que batallar para que coman, pero nunca escondiéndole o forzándole.
Sé constante
La clave es la constancia. Sabemos que puedes llegar a sentir frustración al ver que intentas una y otra vez que tu hijo coma frutas y verduras sin llegar a que esto suceda. Solo respira y sigue intentándolo. Coloca siempre en su plato alimentos diferentes, cocinados de forma diferente e invítalo a probarlos.
No importa si al principio no lo hace, lo que debes hacer es seguir colocándolo hasta que eventualmente tu hijo lo pruebe. No importa si da solo pequeñas mordidas o si solo toca los alimentos pero no los come, dale espacio para que se acostumbre y se sienta cómodo para probarlos.
Involucra a tu hijo
Hacer que nuestros hijos formen parte activa en la compra y en la preparación de los alimentos les creará un mayor interés en probarlo, por esta razón una de las estrategias más eficaces es incluirlos a la hora de preparar las comidas (o incluso, si tenéis un huerto, a la hora de cosechar).
No olvides también invitarlo a participar a la hora de escoger las frutas y verduras. Llévalo contigo a hacer las compras y permítele escoger los alimentos que desea probar. Puedes ayudarlo a escoger hablándole acerca de las frutas y verduras mientras le explicas lo buenas que son para él.